sábado, 26 de agosto de 2017

Lo que no puedes perderte... y lo que ya te has perdido...

FRANCISCO PAZOS, PROFETA EN SU TIERRA

Francisco Pazos expone hasta el día 3 de septiembre
Es la primera vez de sus 33 años de trayectoria en el mundo de la exposición que la obra del escultor meañes Francisco Pazos recala en su tierra. Lo hace desde estos días con una muestra que ofrece en el Pazo de Lis y que podrá visitar hasta el 3 de septiembre, de lunes sábado de 18,30 a 21,30 -a excepción de los martes en que el pazo permanecerá cerrado-, y domingos y festivos de 11 a 14 horas. Sin duda una ocasión excepcional para acercarse a la obra del último premio Asorey y el escultor meañés -y uno de los grandes arousanos- con mayor proyección en el exterior.
Bajo el título “Diversidades homoxéneas II”, la muestra continúa la primera parte de la exposición que acogió en la pasada primavera el Pazo de Torrado en Cambados. La muestra ofrece un total de 13 piezas, 9 de ellas esculturas y 4 cuadros sobre madera, todas ello obra de pequeño volumen y peso ligero, para adecuarla así a una sala de dimensiones modestas y cuyo suelo se sostiene únicamente sobre madera.
“Exponer en mi tierra tiene un aliciente añadido -reconocía Fracisco Pazos tras aceptar la propuesta del concello para llevar su obra al Pazo de Lis-, porque a uno siempre le gusta ser reconocido allí donde ha nacido, y a mí siempre me ha hecho especial ilusión que sean personas cercanas, de aquí de la comarca, las que se acerquen y se interesen por mi obra”.

Madera y acero cortén
La etnografía y lo rural, tan presente en su primera etapa, se funden de su mano con lo contemporáneo, en una mezcla de materiales nobles y modernos que se fusionan con maestría en él, como en pocos. Desde la línea curva, tan apegada a la tradición y presente en dos piezas en madera de la muestra, hasta la línea recta, que evoca lo urbano, o el acero cortén que es el material con el que experimenta en la última década, y donde juega con la forma y la luz. La muestra presenta piezas representativas de estos estilos suyos a la par tan diversos, desde unas concebidas e finales de los 90 hasta la más reciente, una pequeña pieza en acero cortén, creada hace tan sólo dos meses y no se había expuesto hasta la fecha.

Obra de Francisoc Pazos
“Hay dos cosas que me cuestan siempre -admite Francisco Pazos-, una es la de poner títulos a la obra, porque nunca creo a partir de una palabra o de un título, por lo que en mi caso, el nombre siempre es después de la criatura… Y como me cuesta tanto, muchas de mis obras va sin título, así tampoco condiciono al espectador en su interpretación de la obra”. “Y la segunda -añade- me sucede cuando tengo que seleccionar obra para una exposición individual como éste: me cuesta dar con obra que tenga cierta homogeneidad y un nexo de conexión, para que no parezca que la exposición sea fruto de varios artistas”.

En Mallorca
El tirón de Francisco Pazos sigue creciendo, y cada vez más en el exterior. Lo último ha sido la venta de una de su obras, ésta en acero cortén, de 2,60 metros de alto, que le fue adquirida para una de las colecciones privadas más importantes de Europa. Se trata de la colección personal de un gran empresario que posee en Mallorca una extensión de más de 120 hectáreas destinada al arte y que tiene en su haber unas 2.000 obras al aire libre. Tal ha sido el interés que el coleccionista ha mostrado en su obra que mismo estos días ha recibido otra propuesta para sumar una segunda obra a la colección del potentado.
Aunque el escultor meañés cuenta con alguna obra pública en Meaño -en la plazoleta del concello, en Os Agros, en el alto de San Cibrán o en Pousada de Cobas- falta obra suya de calado en espacios abiertos. La alcaldesa Lourdes Ucha se limitaba a sonreír cuando se le sugería vestir con alguna obra las rotondas de salida de la autovía en Meaño, faltas de un icono de identidad que reciba al visitante cuando accede por la principal arteria que comunica el municipio con el exterior.


Y lo que ya te has perdido....


Dentro del programa "Sons de Verán" que organiza el concello de Meaño, la formación "Faltriqueira" ofreció un concierto en el recinto de la capilla de As Angustias en Xil. Concierto en familia, pero en el que el público acabó entregado a las magníficas voces del trío de Pontedeume con sus muiñeiras, canciones tradicionales y excelentes versiones de Fuxan o Ventos y Víctor Jara, entre otros, encandilando a un auditorio reducido pero que se rindió a las voces y la cercanía de María López, Ana Leira y Carolina Rodríguez, y a los arreglos de sus músicos.


Para os que volo perdéchedes deixámosvos aquí un pequeno vídeo do tema de que despedía o concerto. Para velo pincha abaixo no icono de "play".





sábado, 19 de agosto de 2017


***Stand by

Nesta entrada achegamos a contra 
do noso particular Ventanuco só 
en lembranza e solidariedade con
BARCELONA

sábado, 12 de agosto de 2017

conversas.com 
Francisco Abollado Fernández "Pichi"
Profesor de baile tradicional

Este pontevedrés imparte clases de baile regional desde hace 30 años, una disciplina a la que llegó de joven casi por casualidad, pero se convirtió para él en toda una pasión. Tanto que desde finales de los 80 vive entregado a una labor de recopilación de canto, baile, vestuario y juegos tradicionales que lo ha llevado por centenares de aldeas de toda Galicia. Desde 2014 dirige y enseña baile regional en el Centro Social de Dena a una treintena de alumnos vinculados a la asociación cultural “Penaguda”, la única formación que lleva promoviendo desde hace décadas esta actividad en el municipio meañés.

“EL FRANQUISMO SUPUSO LA DESAPACIÓN DE LOS SERÁNS AL PROHIBIR LAS REUNIONES DE GENTE”

Pichi Abollado, profesor de baile tradicional
¿Cómo se inicia usted en el mundo del baile regional?
Fue con 14 o 15 años en que unas amigas del instituto en Pontevedra que bailaban nos animaron a un grupo de chicos a probar. Fuimos, nos gustó y nos integramos. Cierto que luego los otros fueron dejando, y yo fui el único chico que siguió.
¿Y cuándo le enganchó definitivamente?
Casi del el principio, a mí me gustaba el baile, poco a poco me fui metiendo y se convirtió en toda una pasión. Al poco una profesora del instituto me propuso darles clases de baile a los chavales de una aldea de Ponte Caldelas llamada Caritel. Pretexté que llevaba poco tiempo en esto, pero ella me animó y fue así que me inicie en la enseñanza con apenas 16 años. Y en Caritel fue donde quedé prendado al ver que las abuelas, que eran las que llevaban a los nietos a baile, al final de las clases se animaban con la pandereta y se ponían a cantar. Entonces empecé a preguntarles y ellas comenzaron a hablarme de los “seráns” de antes.
¿Qué eran los “seráns”?
Los “seráns”, conocidos en otros sitios como “foliadas”, “ruadas” o “pola vilas” en la montaña de Lugo, eran encuentros que se celebraban al anochecer en las aldeas, en que la gente se juntaba en un “cortello” que preparaban, llevaban panderetas, alguna de percusión, y allí, muchas veces a la luz de un candil cuyo aceite costeaban entre todos, tocaban y cantaban muiñeiras, jotas, agarrados… Y la gente bailaba, era la fiesta que tenían.
El baile folklórico es hoy un arte con mayoría de mujeres…
Es más femenino porque a los niños en edades tempranas les tira más del fútbol, pero no  es exclusivo, yo mismo llevo grupo donde tengo seis y ocho parejas de hombre y mujer.
¿Es un arte a la baja en los últimos años?
Decir a la baja quizás sea un tanto exagerado, porque empiezas a ver por la redonda y aparecen varios grupos. Pero sí es cierto que esta zona está sufriendo algo más en comparación el zona de A Coruña o la Costa da Morte.


Pichi Abollado vista por el objetivo de Iñaki Abella

¿El franquismo supuso un palo al baile regional?
Sí, no tanto por el baile en sí, sino porque el franquismo impedía las reuniones, por lo que ese ambiente de “seráns”, tan típico de Galicia, fue desapareciendo dado que, al fin y al cabo, no dejaban de ser reuniones de gente, aunque fuera sólo para bailar.
Usted lleva años recorriendo aldeas buscando recuperar cantos y bailes tradicionales. ¿Cuándo empezó con esa labor de recopilación?
Uf! La primera vez fue en 1988 y desde entonces ha sido algo que llevo repitiendo junto con mi mujer y un compañero de A Estrada. En todo este tiempo hemos recorrido centenares de las cuatro provincias gallegas. Es una labor urgente por cuanto quedan pocos testigos de esa tradicional oral y, si no la documentas ahora, se perderá para siempre.
¿Algún criterio a la hora de elegir los lugares?
No, simplemente cogíamos un mapa y nos echábamos a la carretera. Cuando llegas a una aldea preguntas por los mayores, te entrevistas con ellos, les preguntas si tocaban, si bailaban… Muchas veces lo que haces primero son contactos, porque a algunos les da reparo, o simplemente recelan. Le cuentas lo que quieres hacer y los emplazas a una segunda cita. Cuando regresas en esa segunda cita, ya todos juntos, se muestran más confiados: cantan, bailan y no ponen trabas a que tú grabes el canto y los pasos de baile. Pero no sólo te paras en eso: también recopilas vestuario, toques de pandereta, juegos tradicionales, cuentos, historias… Para mí es un mundo apasionante.

Nuestro protgaonista en una imagen de su archivo
En esa labor: ¿halla más material en una que en otra, caso del interior o a la costa?
En el interior encuentras más por la razón que los mayores se quedaron en la aldea y las nuevas generaciones emigraron a la costa. Pero también en la costa coruñesa, y en especial la Costa da Morte, encuentras cosas muy interesantes.
¿Alguna zona por recorrer o alguna labor concreta en cuanto a recopilación en mente?
Ahora estamos centrados en la recuperación de un instrumento tradicional que hemos encontrado en la zona de Lalín y en la sierra do Suido en Pontevedra, y que llamamos pandeiro redondo, para diferenciarlo del habitual que era cuadrado. Era un pandeiro a modo de “peneira” con una doble piel, por arriba y por abajo, que se colocaba entre las piernas y se tocaba con unas baquetas.
¿Difiere mucho la muiñeira, el alalá u otros cantos o bailes de una zona a otra de Galicia?
Sí, no es lo mismo una muiñeira de A Fonsagrada que otra de Mondariz o de la Costa da Morte. Existe una base común pero luego varía en la forma, por ejemplo en la zona de Carballo y A Coruña la muiñeira se baila con puntos más largos, esto es, con más movimientos entrelazados.
¿Y esa música gallega traspasa fronteras y se canta o baila en Asturias, León, Portugal…?
Sí. Lo mismo que las zonas fronterizas gallegas importan formas vecinas de fuera, pongamos por caso en A Fonsagrada se perciben modos asturianos, en Salvaterra, portugueses… también la muiñeira gallega llega a esas zonas del exterior, no es, digamos, algo exclusivo de Galicia.
Si tuviera que convencer a algún padre para enviar a hijo de corta edad a baile regional, ¿qué le diría?
No quiero convencer al padre o a la madre, en más, yo en ocasiones les digo que no fuercen al niño, es algo que tiene que gustarles.
¿Existe una edad ideal para iniciarse en el baile regional?
Cinco o seis años, antes no tienen coordinación de movimientos. Con un año de práctica un niño está bailando.
¿Se aprende peor siendo adulto?
No, los adultos tienen interés, y cada vez más hay más grupos, de hecho yo mismo llevo varios. Ese interés hace que el adulto aprenda más rápido, al niño, en cambio, tienes que introducirle un componente lúdico para que combine juego y baile, y eso atraiga su interés.




sábado, 5 de agosto de 2017

*** Opinión

Soltarse el corsé

Logo de la organización del Encontro
El “Encontro co Viño de Autor” pide desatarse el corsé que le impide crecer, y hasta lo ahoga en los últimos años. El “viño”, en vez de “albariño” en su nombre es, 20 años después, un vocablo que le otorga potencial cara a erigirse, no en una fiesta del albariño -cuya bandera enarbola Cambados-, sino en una fiesta del vino “de autor” de los caldos gallegos, que ponga en el escaparate meañés representación de vinos de bodegas artesanas, blancos y tintos, de las cinco denominaciones de origen de la comunidad. Ese giro es un espacio vacío a conquistar. Pero lo que algunos temen como competencia, otros, más avezados, lo interpretan como oportunidad.

Y es que el “Viño de Autor”, que en su primera edición de 1998 concurría con 22 albariños artesanos a una cata digna en cuanto a elenco, ha venido mermando hasta los ocho de esta edición. Sin más recorrido, el Encontro agota su tiempo. Se mantuvo ya este año, más que nunca sobre la campana, merced a un golpe de riñón de la organización más el plus demandado al concello, pero también merced a un público fiel, que repite jornada sí y jornada también, para dar oxígeno a la fiesta. No por mucho tiempo. Amén gracias.