sábado, 11 de febrero de 2017

conversas.com 
Carlos Carrión Álvarez
Presidente de Bodegas Paco&Lola

La bodega meañesa Paco&Lola es, con sus 420 socios, la cooperativa vitivinícola más grande de la Denominación de Orixe Rías Baixas, y la última en surgir por cuanto lo hace en 2005, si bien las instalaciones propias de la bodega en su ubicación actual no abren hasta 2007. La firma agrupa 220 hectáreas de viñedo y envasa 2 millones de botellas de Rías Baixas en una apuesta decidida por el mercado internacional. Su presidente Carlos Carrión Álvarez, un profesor de instituto natural de Castrelo, que asumió esta responsabilidad en su día con tan sólo 37 años, acaba de ser reelegido, con 45 años, por tercera vez, y sigue siendo el presidente más joven de las tres grandes cooperativas.


NO DEBERIAMOS SUBESTIMAR LAS CALIDADES QUE PUEDAN CONSEGUIR ALBARIÑOS DE OTRAS ZONAS”

el presidente de Paco& Lola, Carlos Carrión
Recién acabado 2016 y a tenor de como finalizaban el año las bodegas… ¿se está recuperando el sector del vino en cuanto a ventas en la denominación de origen Rías Baixas?
Todo parece indicar que sí porque 2016 ha sido un buen año y prevemos que 2017 lo sea también.  A nivel de la denominación de origen se ha vendido en torno a 2,5-3 millones de litros más que en 2015, y entendemos que se está invirtiendo la dinámica negativa que veníamos arrastrando desde 2009-10. Además que en 2016 no se hayan generado excedentes para comercializar entre las propias bodegas es también una buena señal.
¿Qué mercados tiran de esta recuperación?
Sobre todo el internacional, porque las exportaciones a nivel mundial han crecido un 25 por ciento en este último año. Están tirando mucho, países como Estados Unidos, Reino Unido, Alemania u Holanda, pero porcentualmente cabe destacar el mercado asiático que ha crecido un 65 por ciento, con incrementos sustanciales en países como Japón, China o Singapur.
¿Y el nacional?
El mercado nacional a nivel del vino en general sigue a la baja, pero en cuanto a Rías Baixas 2016 ha sido un año de repunte. En el caso de nuestra bodega notamos como siguen tirando mercados como Madrid, Cataluña, la Comunidad Valenciana… pero sobre todo a nivel de ventas notamos un incremento sustancial en Andalucía, un mercado en el que estábamos menos.
¿Y perciben que este crecimiento es firme?
Todo hace indicar que sí y que 2017 debería ser el año de la consolidación.
¿Ese crecimiento se notará también  en el precio de la uva que cobra el viticultor, sobre todo en firma como ustedes que se organizan a modo de cooperativa?
Debería notarse primero en el propio precio del vino y, en consecuencia, también de la uva. Las estimaciones son que los precios dejarán esa tendencia a la baja que caracterizó estos años de crisis y repuntarán. Prevemos que las marcas con precios más bajos van a ir desapareciendo o tendiendo e precios medios y eso, en buena lógica, va a traducirse en un mejor precio para la uva.

CarlosCarrión en el exterior de la bodega
Foto: Iñaki Abella
¿Han dejado las bodegas de Rías Baixas crecer en número, desapareciendo incluso varias, para crecer ahora en producción?
Sí, es cierto que han desaparecido algunas pequeñas bodegas y que las grandes estamos creciendo en producción. Nosotros mismos están procesando ya toda la uva que producimos y ya no generamos excedentes, es más, en un plazo corto de años, tal y como estamos creciendo en el mercado internacional, vamos a necesitar más uva.
El albariño ha dejado de ser de las Rías Baixas gallegas, y se planta y se elabora ya en los últimos años en Cataluña, en Alicante, incluso en California… Me dirá que no son Rías Baixas, pero ¿ese albariño, con sus matices, podrá convertirse en seria competencia para los nuestros?
Es cierto que no son Rías Baixas, aquí el terreno y el Atlántico le otorgan a la uva una acidez y unos matices que el albariño de otras zonas nunca podrá tener. Ahora bien, no deberíamos subestimar las calidades que puedan conseguir en esas zonas, es cierto que tenemos que apostar por lo nuestro, pero sin caer en la complacencia. Primero, porque en los mercados internacionales la gente de a pie casi siempre pide por la variedad de la uva, y muchas veces no se fijan ni donde se produce. Y segundo, porque cuentan con unos costes de producción muy inferiores a los nuestros. Mismo hay vinos californianos elaborados con uva cabernet que superan ya de largo en calidad a los originales franceses, y eso es algo que nosotros no deberíamos perder la vista.

Interior de Paco&Lola
De un tiempo a esta parte en una misma bodega prolifera la variedad de marcas, todas elaboradas con una misma variedad de uva que le entra. Algunos se preguntan cómo es posible que con esa única variedad se elaboren tantos vinos distintos en una misma bodega.
La pregunta tiene su fundamento pero no tiene toda la información. Primero, no todas las fincas de una bodega grande como la nuestra están a la misma altura, y eso repercute ya en la uva. Luego, cuando se vendimia, se clasifica la uva por grado alcohólico para elaborar unos vinos u otros. Pero hay más: en el prensado se hace otra separación, una calidad con la uva que rompe por su propio peso, y otra que se consigue cuando entra la bomba neumática, y la fermentación de una y otra son también luego diferentes; o en el proceso posterior en bodega puedes obtener vinos frescos u otros criados sobre lías. Incluso si se le para la fermentación a unos vinos y no a otros se obtienen también matices...  Todo ello repercute en sabores, olores…Es un mundo mucho más tecnificado de lo que pueda parecer en un principio, y fruto de ello una misma bodega puede obtener vinos muy diferentes.
¿Y esa variedad de Rías Baixas (espumosos, ecológicos, de baja graduación) responde a una moda o, en realidad, el mercado lo está exigiendo?
Sí, responde a necesidades, y en, ocasiones, responde también a pruebas de ensayo y error para experimentar con nuevos vinos.
Algunos bodegueros, caso de Eulogio Zárate en Padrenda, abogan por una viticultura sostenible, hasta el punto de afirmar que la producción de albariño, con tal cantidad de productos fitosanitarios que se aplican en nuestra zona, es insostenible, y el mercado acabará rechazando esos vinos.
Personalmente comparto la preocupación de Zárate. Las quejas por el abuso de fitosanitarios es algo que está yendo en aumento. Sabemos que aquí la producción ecológica es muy difícil por el clima, pero lo que tenemos que ir es cara a un sistema de producción más sostenible que el que tenemos en esos momentos y que, además de generar conflicto, está matando, por ejemplo, toda la fauna útil que existe en el viñedo.

El consejo de administración recién elegido
¿La producción integrada es una solución?
Lo es en parte, pero aún se puede ir mucho más allá. Nosotros, de hecho, hemos comenzado un proyecto de tres años con una bodega del País Vasco y otra de Asturias encaminado a investigar en ese plazo de tiempo sobre la reducción de los tratamientos fitosanitarios en el viñedo. Tal vez suene idílico, pero tenemos que caminar hacia eso, en cuestión de diez años esto tiene que dar un vuelco total, y ese es uno de los caminos por los que debe apostar la D.O.
Venimos de fechas navideñas y los espumosos de Rías Baixas parecen que están teniendo una acogida excelente en el mercado. Ustedes en Paco&Lola, de momento van de mano, de un cava catalán. ¿Para cuándo un espumoso propio?
Los espumosos exigen una infraestructura y nosotros, entre este año y el próximo, vamos también a experimentar y a probar en esa línea.
¿Y aventurarse con los tintos Rías Baixas que, de momento, las grandes bodegas no apuestan?
También iniciaremos este año un proyecto con ellos, pero de momento es solo eso, un proyecto, no más.

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