sábado, 31 de enero de 2015

Meañeses polo mundo (VIIi): CAMIÑO DE ALEMAÑA
 Manuel Viñas Filgueira "Manu"
Capitán del Dena que emigra a Alemania

Manu recibe de manos de presidente Juan J. Castro
 una placa de recuerdo en su úlitmo partido
Manuel Viñas Filgueira “Manu” se acaba de convertir hoy en un "meañés por el mundo". Este joven de Lores, de 31 años, llevaba nueve temporadas militando en el Unión Dena, las dos últimas como capitán. El otrora central titular del equipo, esta temporada reconvertido a lateral, deja el club de su vida y emigra a Alemania en la procura de un trabajo que aquí se le niega. El pasado domingo se despedía jugando su último partido ante su afición en Dena y recibía por parte del club una placa de recuerdo a modo de homenaje. El suyo es uno de esos casos cada vez más frecuente que, apurados por la crisis y el desempleo, se buscan la vida fuera de nuestras fronteras. Alemania se está convirtiendo en uno de los destinos predilectos. En su caso juega a favor la presencia allí de su pareja, natural de Barrantes, quien trabaja desde hace años en la ciudad de Hamburgo. El jugador viajaba ayer sábado desde Oporto y hablaba con este Ventanuco a punto de embarcar. En el recuerdo quedarán para siempre sus acciones de cabeza y sus poderosos saques de banda en los que era capaz de colocar el balón en el punto de penalti.

“AQUÍ NO HAY EXPECTATIVAS Y EN HAMBURGO EMPIEZO A TRABAJAR EL LUNES EN UN RESTAURANTE ESPAÑOL”

¿Qué le lleva a emigrar para Alemania?
La falta de trabajo. Estudié administrativo más la diplomatura de Relaciones Laborales en Santiago, y no encuentro nada. Todo lo más, trabajar en la temporada de verano en un hotel en Sanxenxo desde hace años. Luego también se da la circunstancia de que mi pareja está allá y eso me acabó por decidir.
Y se va ahora que dice el gobierno que la economía empieza a mejorar.
(Risas) Pues yo no lo percibo por ningún lado, aquí no veo expectativas.
¿Viaja con contrato de trabajo?
En principio iba un poco a la aventura, si bien sabedor de que, según mi pareja que conoce bien aquello porque lleva quince años allí, había posibilidades de trabajo. Y viajo con mucho ilusión porque a última hora cerró ya un trabajo para mí y empiezo este lunes como ayudante de cocina en un restaurante español.

"Manu" vive instalado ya desde la noche del sábado 31 en la ciudad de Hamburgo
¿Para qué parte de Alemania se va?
Para Hamburgo.
¿Es su primera experiencia en la emigración?
Sí. Estuve hace unos meses en Alemania pero de vacaciones para conocer aquello, eso me animó.
¿Se marca un plazo para el regreso?
No, si la cosa va bien estoy abierto a quedarme… hasta la jubilación.
¿Y el idioma?
Llevo seis meses estudiando alemán con una profesora particular en Cambados. No es tan difícil como creía, aunque de momento todavía estoy muy verde.
El domingo 22 fue su último partido con el Dena y le entregaron una placa conmemorativa en el descanso. ¿Tuvo alguna sorpresa más?
Una camiseta firmada por todos los jugadores y ayer viernes una cena despedida, precisamente en la noche antes de irme. Menos mal que viajo por la tarde… podré dormir en el avión (risas).

Otro momento del acto de homenaje que también deparó sonrisas
Usted estaba siendo uno de los baluartes defensivos del Dena en primera, ¿Cómo ve ahora las posibilidades del equipo para cumplir el objetivo de mantener la categoría?
Las veo bien, aunque sabemos que mantenerse en primera es complicado porque con el tema de los arrastres el descenso puede afectar a muchos equipos y enseguida te puedes ver pillado abajo. Pero el equipo está funcionando muy bien: tenemos un cuerpo técnico excepcional el presidente y la directiva lo mismo, han cumplido siempre con su palabra y eso dice mucho, y el vestuario es una pandilla de amigos, una verdadera piña. Todo eso se nota luego en el campo, esa es la clave del equipo.
¿Les daba mucha “caña” Fernando Otero?
Al principio más, pero muy bien, es un motivador nato
Y usted, central titular, se había adaptado bien este año a la posición de lateral.
La posición no era nueva para mí porque fue donde empecé jugando, pero cuando crecí y eché cuerpo me desplazaron al centro de la defensa. Este año, por necesidades del equipo, había un vacío en la banda izquierda y el Fernando decidió ponerme ahí.
¿Seguirá jugando al fútbol en Alemania o ha decidido con esta marcha colgar las botas?
No, ante me colgarán ellas a mí. Mi intención es seguir jugando allí, de hecho ya pregunté,  en Hamburgo existe algún centro de españoles y gallegos que tienen equipo de fútbol y en el que, cómo no, me gustaría enrolarme para seguir jugando a este deporte.


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