viernes, 31 de enero de 2014

LA “MILLA DE ORO” DE LOS FURANCHOS DE COBAS

Más que por el San Benito “O Negro”, el mirador de San Cibrán o por su escultor Paco Pazos, la localidad meañesa de Cobas es conocida hoy, dentro y fuera de la comarca, por sus “furanchos” ó “loureiros”, locales desde donde cada familia bodeguera comercializa a granel su vino “de casa”, albariño o tinto Barrantes, los caldos propios de la zona. Cuan si fuera la “milla de oro” del vino hasta ocho de estos establecimientos se concentran en apenas 800 metros a pie de la carretera local que atraviesa Cobas y que la convierten cada fin de semana en la particular meca de centenares de personas que gustan del vino servido en tradicionales furanchos transformados hoy en locales acogedores, con sus lareiras y estufas de leña en invierno ó con sus terrazas bajo parras de viña en verano. Pero este número se dispara en los meses de verano pudiendo subir entonces  la cifra hasta casi la veintena de estos establecimientos en una localidad interior que es la más pequeña de Meaño y que alberga poco más del centenar de habitantes. Este reportaje pretende ser una guía muy particular para no perderse en la “milla furancheira” de Cobas.


Ver Furanchos en un mapa más grande
En el mapa se puede consultar la ubicación de los diferentes furanchos del reportaje. 
Pinchando en cada se obtiene una fotografía del exterior del local

“Hoy cuando uno dice por ahí que es de Cobas enseguida te dicen: ¡ah, donde los furanchos!”. Quien así habla es Santi Radío hijo de Gardenia, que atiende tras la barra en el furancho de su madre que lleva abierto diez años. “Esto se puso de moda de moda hace unos años -continúa- y desde entonces recibimos cada fin de semana clientes que llegan desde Santiago, Pontevedra o Lalín, así como de otros lugares más cercanos”.

Interior de "A Casa de Enrique"
Pero si un establecimiento es, en cierto modo, el patriarca de todos en Cobas ese no es otro que “A Casa de Enrique”, la vieja taberna de la localidad, ubicada mismo a pie de carretera en Aldea de Abaixo, y que hoy ha reorientado su actividad casi exclusivamente como local de vinos. “Esto comenzó como la clásica taberna de aldea -explica Enrique Rodiño (hijo) mientras abre un botella de albariño casero tras la barra-: comercio de alimentación y lugar de chatos, que abrió mi abuelo Manuel Castro Varela hace más de 50 años”. A finales de los 70, el yerno, Enrique Rodiño (padre), lo derivó cara a la venta de vino “para dar salida al albariño que hacíamos en casa”. Enrique Rodriño falleció prematuramente en 2008 y desde entonces el negocio está regentado por viuda e hijos que mantienen el espíritu que dio éxito al padre y que ofrece horario continuado los siete días la semana. El local cuenta con sus clientes fieles, pero acuden a él también pandillas de mariscadores o cazadores que traen piezas por ellos capturadas para que les sean preparadas con mimo en la cocina familiar y luego servidas en el salón mientras dan generosa cuenta de cuanta botella de la casa se precie.

Interior del furancho " A Roda" con el tinto Barrante en tazas
La afluencia a los furanchos es tal que hace unos años “los fines de semana la gente se aglomeraba en los locales y por la carretera yendo a pie de uno para otro cuan de auténtica zona de movida se tratara. “Y no sólo mayores sino también pandillas de jóvenes -reconoce Manolo Villar que regenta junto con su esposa Rosa Mari Leal desde hace diez años el furancho A Roda -a escasos 50 metros de Casa Enrique-, pero con la crisis esto ha bajado, sobre todo desde 2010, y se nota mucho sobre todo en los jóvenes cuya afluencia fue la primera en descender por la falta de dinero”.

El "furancho de Juan" ofrece un ambiente acogedor al calor de dos viejas lareiras
Situado entre los dos anteriores está el “furancho de Juan” que ofrece uno de los ambientes más cálidos de Cobas en dos salas contiguas al calor de dos viejas lareiras, y que cuenta además con una tercera dependencia a modo de pequeño salón para comida familiar o de grupo. Abierto en 1999 y regentado por Juan Riveiro y esposa, abre sus puertas a diario a partir de las 19 horas y los domingos y festivos a partir también de las 12. “Decidí abrir el furancho porque el vino sin etiqueta dejó de venderse, las bodegas que compraban la uva tiraron el precio… no quedaba otra” explica Juan mientras llena una jarra de albariño de una cuba de aluminio dispuesta en sobre un soporte elevado a pie la barra. “Aquí el vino se sirve en taza, porque lo dicta la norma, y lo ponemos al precio de 1,20 la taza ó de 6 euros la jarra. El local permanece abierto mientras hay gente, a veces hasta las dos de la mañana.”
El precio es común a todos. “No hay pacto alguno –asegura Santi Radío del furancho de Gardenia- lo que ocurre es que los nuevos locales al abrir iban poniendo los precios que ya regían en otros que ya estaban oeprativos”. La módica cuantía da derecho a quien degusta el vino a disfrutar de una tapa que suele servirse caliente en invierno: los callos son los reyes del domingo, pero también se puede uno encontrar con generosas raciones de oreja, tortilla, zorza, richada -carne troceada de bistec con patatas-, tortilla “o incluso un huevo frito si no hay otra cosa por casa”.

Interior del "furancho de Ángel", uno de los primeros de Cobas
Dada la polémica surgida con este tipo de locales la mayoría ha adoptado ya licencia de bar, “si bien mantenemos la filosofía del furancho tradicional -explica Ángel Pombo- que regenta en la zona desde hace más de quince años el conocido como “furancho de Ángel”-: “el mío fue de los primeros que se abrieron en Cobas -recuerda-, figúrate que tengo aún la licencia que me dieron en el concello y que era aún manuscrita”. “Nosotros -continúa- abrimos una parte del año y en un horario limitado de mediodía y noche, en mi caso a partir de las 13 y las 20 horas”. El suyo es de los locales que se llenan los domingos con gente que incluso elige el lugar para yantar.
Las construcciones, como en este caso, responden a viejas viviendas, alpendres o garajes discretos por el exterior pero decorados con gusto por dentro. Es también el modelo de “O Bacelo de Mari”, el último en aparecer -mayo de 2013-, y que responde a un proyecto emprendedor de joven matrimonio: “En nuestro caso -explica Mari Pintos- aprovechamos un viejo galpón de guardar paja que construyó mi abuelo en los años 60: él se llamaba Vicente Pintos, era carpintero y suyas son las cerchas de madera que aún hoy soportan el techo.” Su horario es similar al resto si bien cierra los martes.
Hasta Cobas llegan así cada fin de semana gentes venidas desde Santiago, Vigo, A Coruña, Lalín, Pontevedra, Ourense, Ribeira, Marín, O Grove, Illa de Arousa o incluso Burela, y en verano de numerosos turistas de Madrid y otras comunidades españolas que veranean acerca, y que suben hasta aquí para degustar el vino. “No existe un vino de Cobas propiamente dicho -explica Manuel Rodiño, hijo del mentado Enrique Rodiño, que dirige la asesoría Enovín en Dena y que lleva los caldos de varios furancheiros-: lo que ocurre es que al ser vinos nuevos, cuya fermentación acaba justo de finalizar y, disponen de un toque carbónico que los hacen más frescos y vivos en el paladar”.

Interior de "O Quirófano"
Entre esa gente asidua a Cobas hay de los más variopinto. “A mi furancho le puse “O Quirófano” porque aquí venían muchos médicos a tomar el vino”, explica Manolo González que regenta su furancho en el lugar de Outeiro. Pero por lo que sabemos no sólo médicos, puesto que uno de los clientes que se deja ver por este local es el humorista gráfico de Faro de Vigo "Gogue", a saber si "O Quirófano" le ha servido de inspiración para algunas de las viñetas de su entrañable "Floreano".  Otros apuntan con sorna que el nombre se debe en cambio a la costumbre del dueño de limpiar repetidamente la barra por lo que le dicen: “¡Manuel, que esto está más limpio que un quirófano!”.
Lo cierto es que tanto vino ha atraído hasta a los agentes de la benemérita, pero estos con los controles de alcoholemia cada vez más frecuentes en las zonas de acceso. “Bien podía la guardia civil dejarnos beber unos vinos tranquilos -lamenta con socarrón en “O Quirófano” un vecino de a Illa-, que pululan mucho por la zona, pero a ellos bien que les gusta porque vienen luego de paisano a tomar los suyos”. Y este celo con los controles de alcoholemia en la zona lo lamenta algún que otro furancheiro temeroso de que le espanten la clientela.

Manuel García en su "Lar de Outeiro" o "furancho de Quinteiro"
Por contra esperan juegue a favor la Pousada que la Diputación construye en la localidad y que puede atraer a visitantes. Sin duda, el mejor colocado para sacar partido de ella es el “Lar de Outeiro”, más conocido como “furancho de Quinteiro”, que está situado a pie mismo de la citada Pousada. Manuel García Fernández -más conocido como Quinteiro en honor a su padre- que lo regenta a sus 65 años, vio como la empresa constructora de la que era propietario fue, como otras, pasto de la crisis, y vive hoy entregado a su local de vinos: “por mi bodega solían venir amigos y conocidos a tomar el vino -explica este ex edil del concello hace unos años con Jorge Domínguez- y fueron precisamente dos de ellos que eran de O Grove los que me animaron a montar el furancho hace casi 14 anos.” “¿La Pousada? Es una expectativa buena para todos, y también para nosotros”  afirma.

Algunos otros locales permanecen cerrados en esta época del año. Unos por la crisis y otros porque aún no han abierto para ofrecer su excedente de vino de la cosecha 2013 por cuanto la normativa, que consideran demasiado estricta, les limita su apertura al público a tan sólo tres meses, por lo que se reservan para el verano. Es el caso del “furancho da Vila” o el “furancho do Rapaz” que, quizás en otro momento del año pueda el visitante encontrar abiertos.


PARA COMPLETAR LA GUÍA FURANCHEIRA DE COBAS


FURANCHO "A CASA DE ENRIQUE"
- Aldea de Abaixo, a pie de carretera
- Aparcamiento amplio e propio
- Dos salones luminosos
- Terraza exterior bajo parra de viña
- Tienda de alimentación
- Horario continuo toda la semana
- Vino en botella y copa
- Tapa



FURANCHO DE JUAN
- Aldea de Abaixo, a pie de carretera
Dos salas y pequeño salón reservado
- Terraza exterior bajo parra de viña
- Dos lareiras en uso 
- Horario: a partir de las 19 horas y  domingo 
  también al mediodía
- Vino en jarra y en taza
- Tapa


 FURANCHO A RODA
- Aldea de abaixo, a pie de carretera
- Zona de recepción y sala interior
- Horario: mediodía y tarde-noche 
- Vino en jarra e en taza
- Tapa



 FURANCHO DE GARDENIA
- Aldea de Abaixo, a pie de carretera
- Aparcamiento fácil en el exterior
- Salón único y amplio
- Horario: mediodía y tarde-noche 
- Vino en jarra y en taza
- Tapa





FURANCHO DE ÁNGEL
- Aldea de Abaixo, a pie de carretera
- Salón único y amplio
- Horario: a patir de las 13 horas 
  por la tarde a partir de las 20 horas.
  Cierra los martes
- Vino en jarra e en taza
- Tapa. Comidas



FURANCHO "O BACELO DE MARI"
- Aldea de Abaixo, a pie de carretera
- Aparcamiento amplio y propio
- Salón único, amplio y luminoso
- Horario: de 11 a 16 horas; a partir de 18 h.
  Cierra los martes
- Mesa de piedra en exterior bajo parra
- Vino en jarra y en taza
- Tapa



FURANCHO "O QUIRÓFANO"
- Outeiro, a pie de carretera
- Aparcamiento fácil en el exterior
- Sala única
- Horario: mediodía y anochecer
- Vino en jarra y en taza


FURANCHO "O LAR DE OUTEIRO"
- Outeiro, a pie de carretera
- Aparcamiento fácil en el exterior
- Sala única
- Horario: mediodía y anochecer
- Vino en jarra y en taza

Por fuera no son lo que parecen...

Furancho "A Casa de Enrique"


Furancho de Juan


Furancho "A Roda"



Furancho de Gardenia

Furancho de Ángel


Furancho "O Bacelo de Mari"


Furancho "O Quirófano"


Furancho "Lar de Outeiro" o "furancho de Quinteiro"

NOTA: Puedes visionar más fotos pinchando arriba en la pestaña "Meañoleando" 












sábado, 11 de enero de 2014

HEMEROTECA: 
Manuel Rosal "Venera", alma da festa de San Amaro

Xenio e figura. Todos lembran en Meaño a Manuel Rosal "Venera". Pese a finar en 2012 é desas personaxes entrañables que permañecen na memoria de toda unha xeración. Algunhas das suas bromas e dos seus comentarios retranqueiros cóntanse aínda hoxe como se foran propiedade colectiva do Meaño que as vivíu. Desde aquí, qué mellor que na víspera da festa de San Amaro que se celebra o 15 de xaneiro, para  abrir o noso particular Ventanuco rescatando, coa axuda das fotos de MARCOS CASTRO, unha entrevista feita con el en 2009 -tres anos antes de finar- e publicada daquela en Faro de Vigo. Lida tempo despois as suas palabras cobran se cabe maior senso e convértense en todo un testamento para un Meaño que tanto ríu con el. 

Venera, de broma en San Amaro no ano 2000

Manuel Rosal Torres “Venera”
Alma da festa de San Amaro en Meaño

Manuel Rosal Torres “Venera” é ós seus 84 anos todo un símbolo de festa, de farra e de bo humor en Meaño. A súa retranca e a sua teatralidade sin parangón non coñeceu idade, de novo e de vello “Venera” foi sempre a alma da festa. El era era a festa mesma. Cada veciño de Meaño garda na retina unha imaxe súa sempre en clave de humor: extravagante músico na noite de San Xoán, viuva no enterro da sardiña, cociñeiro maior en San Amaro…. E precisamente desde a comisión de San Amaro, intregrada por xóvenes, rendíronlle estos días a súa particular homenaxe a un Venera que foi alma, xenio e figura desta festa desde fai anos.



“A MIN SEMPRE ME GUSTOU MÁIS RIR QUE CHORAR”

- E isto para que é?-pregunta cando lle explico o motivo da visita-.
  E ao comentarlle a proposta comenta con sorna:
- Bueno, para publicar no Faro mellor unha entrevista que un esquela, non?

-    O seu verdadeiro nome é Manuel Rosal (o seu apelido delata a relación que o une ó alcalde de Meaño, Jorge Domínguez Rosal, de quen o noso protagonista é tío), pero todos o coñecen como “Venera”. De onde lle ven ese nome?
-       Ven da miña nai que se chamaba así. Eu fun sempre daquela Manolo de Venera porque era fillo dela, a así quedoume a min logo o nome de Venera que é polo que me coñece a xente desde fai anos. Fíxate que ata o carteiro ten traído cartas aquí que chegan co nome de Manuel Venera quen, como tal, non existe.
-       E de onde lle ven a vostede a paixón pola farra e pola broma?
-      A broma gustoume sempre, desde novo xa, cando nos xuntabamos pandillas de Lores, Simes e Meaño para andar ás mozas. Eso ben, broma sí, pero sen molestar a ninguén. E é que a min sempre me gustou máis rir que chorar.

Con Manuel Meis (Manolo de Fidel) nas spoxas do ano 2002
-      E o de exercer como mestre de cerimonias e animador en clave de humor da festa de San Amaro?
-      Iso foi cando retomaron a festa alá fai un 15 ou 20 anos. Daquela viñéronme a buscar para facer as poxas e eu apunteime ó carro porque o das poxas sempre o mamei de pequeno na casa dos meus pais en Lores, porque o meu pai fixo durante anos as poxas de San Benito. Logo fun coas alboradas, e o cabo duns anos empezamos a facer mexilóns ao vapor pola noite, os cales abriamos no atrio ca capela dentro dunha pota da caña posta ó lume alí mesmo. Logo veu o dos callos e o da queimada… e a min sempre me buscaban para poñerme á fronte da coña servindo os callos, cunha broma aquí e outra alá, ata metía os músicos na farra… pero sin molestar a ninguén, eh? E agora con este cura que temos que é un liante [en relación a José Manuel Taibo], enténdase ben, eh, non me podo negar.

    Nesta entra a súa dona e o noso protagonista advírtelle: “Ovidia… que este home ven a levarme preso”


Como mestre maior do reparto dos callos en 2002
-    Pero o ano pasado anunciou o seu adeus á festa. Este do 2009 foi o primeiro San Amaro sin Venera e contan que a xente botouno en falta. Por que ese adeus?
-     Porque aínda estaba preto a morte dunha filla que foi para min un golpe moi duro… A verdade, é que este ano non tiña o corpo para festa.
-      Pero está disposto a voltar entonces a San Amaro?
-      Teño 84 anos, xa non son un mozo, pero se a saúde me respeta e os veciños queren que vaia para poñerme á fronte da farra claro que estou disposto a ir.
-    Desde a comisión lembráronse de vostede este ano e déronlle unha pequena  home-naxe aquí na casa. Que sifñificou para vostede este xesto?
-     Deixoume moi sorprendido, viñeron ata aquí os mozos e o cura para regalarme un álbum de fotos miñas na festa ó longo de todos estos anos… E aínda estivemos botando unhas boas bromas. Foi un cariño que me deixou moi contento, non agardaba unha cousa así, emociona a calquera que se lembren dun deste xeito.
-      No seu caso humor acentuouse ou decaíu coa idade?
-     No meu caso acentuouse. Canto maior me facía máis me gustaba a coña… dentro do que cabe!… e sin faltar a ninguén!. Eu sempre fun de falar moito, de andar de parranda aquí e alá, de quitar á xente da cama unhas veces coas xaneiras, outras porque lle ía roubar o carro na noite de San Xoán. Despois de que deixei de irlle ós carros a algúns, eles viñeron logo unha noite a roubarmo a min. Collínos e fíxenllo traer de volta á casa… Pero metémolo na adega… E despois quedamos todos dentro bebendo albariño ata o día.
-       É consciente de que o día de mañán vai ser lembrado polo sua coña?
-    Que me lembren como un homiño que se levou ben con tódolos veciños. E cando se acorden de min non quero que choren, se se ríen lembrando as miñas bromas mellor, non sí?, que insisto en que a min chorar gústame pouco.


Cos pericos antes das poxas no anto 2000, con atrio de San Amaro ainda sin empedrar

-       Cóntenos algunha das gordas.
-    Home, cando andabamos coas xaneiras acababamos rapiñando os chourizos dalgunha lareira mentras cantabamos, no bar estaba a botarlle auga o viño do que estaba ó lado… E lembro que na vella taberna de Lage en Meaño, que fai anos que non existe, o finado de Manuel de Lage, gaiteiro él, temendo que lle roubaramos o carro na noite de San Xoán deixouno cargado de toxo. E alí de noite na taberna, taza vai, taza ven, o convencemos para descargar o carro, e saímos dalí uns tirando do carro co señor Manuel enriba tocando a gaita e eu co bombo, e fumos a darlle a senerata a Luciano que tiña a cofradía ó día seguinte e, de paso, a Meaño enteiro que o tivemos en solfa toda a noite. Pero no regreso armouse boa porque, con Lage enriba dándolle a gaita, os demáis querían plantalo e deixalo co carro no adro de madrugada, e tiven que convencelos para levarlle o carro á casa.
-       Visto desde os seus anos, coida que a risa axuda a vivir máis tempo?
-     Non sei se máis tempo, que creo que sí, pero desde logo axuda a vivir mellor. É unha boa menciña para calquera idade e sen efectos secundarios… sempre, insisto, sin que se lle faga mal a ninguén coa broma.


lunes, 6 de enero de 2014

Raúl García de Loza arbitrando en Meaño
Raúl García de Loza
Ex árbitro internacional

El que fuera árbitro internacional Raúl García de Loza estuvo estas navidades en Meaño dirigiendo los partidos del torneo de fútbol base "I Memorial Jorge Domínguez". Ejerció su labor de árbitro durante más de 30 años y es considerado uno de los mejores colegiados españoles los 80 y 90. No en vano en su haber tiene más de 200 partidos en primera división durante los 16 años que pitó en la máxima categoría del fútbol español, más una veintena de partidos en 10 años como internacional. Su personalidad en el campo, en ocasiones no exenta de polémica, le sirvió para ser reconocido como uno de los grandes del arbitraje español.
En las distancias cortas es un hombre que accesible y solícito con todos. Es directo en el mensaje y se nota que le agrada el reconocimiento de la gente. Y es que quien tuvo, retuvo.

García de Loza hace el ademán de mostrar
una amarilla a petición de los chavales
“HAY QUE ENSEÑARLES A LOS NIÑOS QUE EL ÁRBITRO ES ANTE TODO UN DEPORTISTA”


Nada más salir de la caseta, en el instante previo al comienzo de los partidos, los chavales lo rodean, algunos ávidos de fotografiarse con él, a lo que accede solícito. Otros quieren ver de cerca las tarjetas: “¿Quieres que te enseñe la amarilla?” le espeta con humor a uno de los de ellos, “¿de verdad quieres que te la muestre?”, insiste. Y ante el reclamo de los chavales vuelve al vestuario a por las tarjetas y le enseña la amarilla a uno, la roja a otro…

-       ¿Matando el gusanillo de sus tiempo de árbitro por Meaño?
-       No, mi presencia en aquí se debe a una causa noble promovida por un buen amigo como es Rodrigo Méndez, que es el presidente del este club de fútbol base en Meaño, y que quería contar conmigo en este torneo con chavales que sirve además para homenajear a una persona fallecida que ha sido alcalde aquí durante muchos años y, por lo que tengo entendido, muy apreciado y muy buena gente.
-       ¿Sigue García de Loza vinculado al mundo del fútbol?
-       Sí, eso siempre. Ahora colaboro con el programa Radioestadio de Onda Cero que dirige Javier Ares, y como quiera que hoy en día hay fútbol casi todos los días de la semana eso me mantiene ocupado una parte de cada jornada. Además soy asesor de los comités de la Federación Gallega de Fútbol desde que el ahora presidente Pepe Liñares quiso contar conmigo. Yo ya colaboraba antes con la Federación cuando estaba dirigida por Julio Meana, pero de aquélla acabaron surgiendo diferencias y Julio decidió prescindir de mí. Por lo demás, soy un jubilado con 66 años después de haber trabajado 40 en Telefónica.
-       66 años muy bien llevados por lo que veo.
-       Porque practico mucho deporte. Hago carrera continua entre una hora y media y dos horas cada día, y luego por la tarde alterno, unas juego al tenis y otras al pádel.
-       ¿Cuál es el momento actual del arbitraje gallego?
-       Bueno, muy bueno. Yo, que estoy viendo también mucho fútbol de tercera división por la televisión gallega, lo estoy observando a cada paso, con varios árbitros muy bien preparados físicamente, con personalidad y mucha proyección.
Posando don los alevines de Meaño (verdiblancos) y Vialonga antes del partido
-       ¿Se atrevería a darme un nombre?
-       Yo destacaría a un joven árbitro de tercera al que he visto en varios partidos, es vigués y se llama David Iglesias. Tiene temple, sabe llevar muy bien el partido… tiene condiciones para llegar lejos, pero también hay algunos otros muy buenos.
-       En esas categoría regionales ¿el lío está más en el grada que en el campo?
-       No, ese es precisamente mi primer consejo a los que quieren ser árbitros: si no son capaces de aislarse y de no estar pendientes de lo que pide la grada, que lo dejen, no sirven para esto.
-       ¿Es usted partidario de echar mano de la tecnología para ayudar al arbitraje en el fútbol tal y como ya se hace en otros deportes?
-       Totalmente a favor. Ya un una reunión que mantuvimos los árbitros en Atenas hace 25 años cuando yo era internacional expuse mi posición en favor de las ayudas técnicas, y recuerdo que de aquélla un dirigente de la UEFA me dijo si estaba loco. Veo que, con el tiempo, los dirigentes ya empiezan a aceptar cosas y, por ejemplo, en el próximo mundial de Brasil la FIFA incorporará el chip para determinar si el balón rebasó o no la línea de gol. Hay que adaptarse al momento y a las necesidades: si en el próximo mundial se concederá la posibilidad de un tiempo muerto para que los jugadores puedan beber ¿por qué no si se va a jugar a más de 40 grados?. Además hoy con lo que ha progresado la tecnología no hace falta ni parar el partido, basta con que un cuarto árbitro que está viendo la repetición de la jugada en cuestión de segundos se comunique a través del pinganillo con el colegiado que está sobre el césped.
-       ¿Y stá usted a favor de que los árbitros no aparezcan nunca en los medios de comunicación para explicar el por qué sus decisiones sobre algunas jugadas cruciales?
-    Eso es más controvertido. Ponte que en cada partido hay cuatro o cinco jugadas que pueden ser polémicas y que salga el árbitro a justificar su decisión sobre ellas sólo pude alimentar aún más la polémica.
A sus 66 años García de Loza hizo gala de su
buen estado de forma
-       Pero tanto como tener la boca cerrada por decreto… Porque supongo que hay órdenes desde arriba para que los árbitros no hagan declaración alguna.
-       Sí, estoy convencido de que hay directrices para que no hablen y eso tampoco es bueno. Yo mismo recuerdo como en mis tiempos fue sancionado un mes por haber concedido una entrevista a un periodista que era José María García. Entiendo que hoy no se arriesguen porque una sanción de ese calibre les supone, entre otras cosas, perder mucho dinero.
-       ¿El hijo quiere ser árbitro?
-       (Risas) Yo me casé tarde y tengo sólo un hijo de 12 años que, de momento, está jugando en la cantera del Compostela. Del arbitraje no me dice nada y yo tampoco le fuerzo lo más mínimo. Lo único que le digo es que disfrute jugando al fútbol, y lo tengo claro y así se lo digo: “el día que vea que sufres en el campo y que no disfrutas con el fútbol seré el primero en decirte que lo dejes”.
-       Y cuándo dirige algún partido de chavales como estos ¿alguno le dijo alguna vez que quería ser árbitro?
-       No, a estas edades los niños aún ven la figura del árbitro como un enemigo, y hay que enseñarles que no es así, que lo que es el árbitro es, ante todo, un deportista que tiene que tomar decisiones disciplinarias como decisiones toman los futbolistas en su juego, pero claro, en esto del fútbol el árbitro es el único que ni gana ni pierde, y los chavales de pequeños lo que quieren es ganar.